lunes, 26 de abril de 2010

Diseños experimentales


Montes de Oca 2010

Conozco a alguien que me enseño el nombre que reciben esas pequeñas cosas que tanto me gustan. Las genialidades de la vida. La semana pasada -a mi parecer- estuvo llena de ellas y la cosa promete.

Hace ya una semana que llegué a Barcelona y me reencontré con las mañanas de café, los mediodías de siesta, las tardes Franzroulette y las noches de interrogante, pero en realidad, no aterricé hasta hace dos días. Ahora soy el mismo urbanita que era antes de marcharme y que participa en tres proyectos distintos a la vez. No, no duermo, pero me encanta.

Dos rodajes previstos, cuatro trabajos por entregar, 4 exámenes por hacer, el proyecto final de estudios por empezar, un estudio psicológico sobre la extroversión y el neuroticismo en el cual soy yo el sujeto, y lo mejor de todo; un viaje rodado en video durante una semana en el día a día de mis amigos y el mío. Es decir, nos dedicamos a grabar todo lo que hacemos durante el día para luego montarlo y verlo todos juntos. Un experimento existencial algo freak pero muy enriquecedor. Lo más divertido será volver a verlo de aquí a diez años.

Un casual proyecto como actor, y mi primera vez en el equipo de una película.

¿Quién dijo que el día tenía 24 horas?

Creí que al convertirme en pájaro podría volar.