miércoles, 17 de marzo de 2010

Auténtico


A día de hoy, no voy a avergonzarme por ser de los que mira continuamente hacia detrás, porque no dejo de pensar en lo que viene. Ni dejaré de bañarme desnudo en la playa durante las noches de verano. Tampoco dejaré de besar a mis amigos como muestra del amor que siento hacia ellos. Por ahora no tengo pensado dejar de fumar, porque aunque no me sienta orgulloso de ello, me encanta liarlos, encenderlos y compartirlos.
De mi boca no cesarán los te quiero, toda esa verborrea que tanto me caracteriza, ni esas guarradas que tanto me excitan y provienen de mis más sucios pensamientos.
Me seguirán gustando las cosquillas a pesar del dolor que me ocasionan, los corazones de azúcar, los ositos rojos y los sugus azules. Seguiré comiendo pipas (o lo que sea) con ansia, leyendo a trompicones, tomando café a horas inadecuadas. Escribiré en el tren cuánto se me ocurra, llevaré siempre una mochila conmigo, reiré solo y miraré mi reflejo en las ventanillas del vagón cuando se adentra el tren en los túneles del metro, o bajaré el parasol del coche sin tener cuidado con lo que sus conductores esconden dentro.

Por último, prometo no dejar de cruzar los semáforos en rojo, no dejar de escuchar música constantemente, andar por la calle con los ojos cerrados y el sol de frente. Prometo no dejar de sentirme como un niño, permitir que me alaguen y sacarle una sonrisa a X lo más grande posible Prometo no dejar de salir por las noches teniendo clases al día siguiente, ni tomar el sol en invierno tanto como comer helados, o besar a hombres no apropiados.

Voy a llevar a cabo un segundo alunizaje…