Cuando disfrutas realmente haciendo algo -a pesar de que ese algo, sea tu trabajo- no llegas a ser consciente del esfuerzo que supone hacerlo. Y tampoco eres consciente de cuando ha sido suficiente. Pero por más que te guste, el sobreesfuerzo pasa factura.
Intenté detenerme un segundo, pero recordé lo poco que queda, y aún sabiendo que vendrán nuevos, sentí que todavía debía esforzarme más. De todos modos, no negaré, que también sentí algo de alivio*.
11 comentarios:
pero.. ¿ el trabajo tuvo su recompensa?
¿qué tal va todo? hacia tiempo que no te pasabas por estos lares..
Tot acaba passant factura, però ben saps que tot el que estàs aprenent i totes les experiències viscudes, no te les podrà treure mai ningú.
I saps que no m'agrada que estiguis tant fins els topes, no dorms, ni descanses ni et veig.. TT
Però bueno, que li anem a fer..
I jo si que soc, des de fa ja un temps, un gran admirador teu.
Dime que no estoy equivocada y que eres tú el chico tímido que vi anoche desde en mi cama, mientras Jorge Drexler le firmaba 12 segundos de oscuridad. Porque sino estaré alucinando.
^^ la recompensa es un trabajo bien hecho
saludos!
Hacía mucho que no pasaba, ¿cómo vas?
eres fotografo?
un saludo y precioso blog
pero merece la pena hacerlo, aunque tengo consecuencias
Al sentir alivio sentimos necesidad de volver a hacer las cosas. Me gustan los hoyuelos, siempre fue una de las partes del cuerpo que más me gustó, y supongo que es porque no todos lo tienen. Durante años deseé tenerlos, ahora tengo un poco y cada foto en la que parece que se marcan la recorto y la mio, como un sueño infantil.
Genial
dónde te habías metido hoyueletes?
(:
espero que el sobreesfuerzo al menos tuviera su recompensa
sugusazul*
bonito
http://www.youtube.com/watch?v=zo2Uie-dOVI
miralo
Saludos blasianos.
Publicar un comentario