lunes, 21 de diciembre de 2009

Feedback


Nunca está demás encontrarte con gente a la que no veías desde hace un par de años, tomar un chupito y bailar hasta tarde.
Y tampoco está mal dedicarte un día a ti mismo. Y que te cuiden y te mimen y te hagan caricias tumbado cara al sol. Dejar caer la mano izquierda a un vacío al que no puede resbalar y reposar la derecha sobre otra mano. Suave, caliente, grande e inconfundible.
Dormir al final de unas escaleras con alguien al lado, que te hace saber que no estás solo y que te empuja poco a poco cuando la luz ya te ha cegado.
No está demás reconocerte, verte, cuidarte y reírte, sentirte.

No hay comentarios: