Dejé escapar dos mariposas que ahora vuelan entre Maastricht (Holanda) y Hasselt (Bélgica). Hace ya un tiempo y sigo echándolas de menos.
Se fueran a “estudiar”, a conocer nuevos lugares, a pasear nuevos parques y a beber y fumar nuevos bares.
Lo más divertido es que he conseguido seguirles la pista y podré gozar de sus aleteos de nuevo. Por lo menos, los efectos de la Drosophila harán que el tiempo que queda para volver a verlas se haga más corto, o eso espero.
- He soñado que llegaba a Maastricht i nos veiamos! Jops...el despertar no ha estado tan guay como el sueño. Qué ganas tengo de llegar!
- El viernes ese sueño se hará realidad! ♥